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Entrevista a Franklin Piccone Sanabria Secretario Nacional de Educación de UNT

1. Las ya frecuentes protestas de los docentes en el país por sus reivindicaciones salariales y contractuales coloca al magisterio venezolano en un antes y un después, cabe la pregunta entonces, ¿por qué la desmovilización de los años anteriores contrasta visiblemente con la actitud combativa de los últimos meses?

Ciertamente, el descontento de los trabajadores de la administración pública ha sido una constante durante el enquistamiento político del régimen, tanto por la precarización de las condiciones salariales como por el sesgo y la ideologización de la función pública del Estado, que como sabemos ha devenido en una violación flagrante de los Derechos Humanos y .de Convenciones Internacionales en materia laboral. Muy a pesar de ello, la propaganda política del gobierno, la represión y la falta de claridad política de la dirigencia sindical -duramente golpeada- eran factores que jugaron a favor de la desmovilización, que terminó con una paralización completa por razones del contexto pandémico mundial.
No olvidemos que, en condiciones adversas se declaró la Emergencia Humanitaria Compleja, incluyendo al sector educativo. De modo que, la clase trabajadora en pleno comenzó un proceso de concientización y de reordenamiento de las luchas, con la aparición de una nueva dirigencia más comprometida y combativa, no necesariamente sindical, sino de base y surgida de los propios partidos de la oposición. Hoy se respira un ambiente de avanzada, impulsado desde el calor de las calles y del ejercicio inteligente y motivador de las redes (la nueva ágora pública). En otras palabras, el descontento tiene rostro en Venezuela.
2. ¿Qué viene en los próximos eventos de lucha?, ¿qué espera lograr el magisterio venezolano y los profesores universitarios del país?
Efectivamente, hay que avanzar hacia la unidad gremial y de base para coordinar un cronograma de acciones que permitan la reconquista de un mínimo de condiciones laborales, porque son los docentes quienes con su esfuerzo y vocación mantienen el maltrecho sistema educativo. En este momento existe la necesidad de deponer los sectarismos y los personalismos. Esa política en pequeño no le sirve a nadie. Ello significa que los sindicatos deben abrirse a estos nuevos actores y a la dirigencia de base para blindar una narrativa más plural y más incluyente. Y por esta vía, incorporar a los sindicatos del personal obrero y administrativo adscritos al MPPE, junto con aquellos pertenecientes a las universidades. Es noticia pública que los sectores de salud y de educación vienen realizando acciones conjuntas para visibilizar sus demandas y, en este sentido, el llamado de lucha se extiende a todos los empleados públicos, a la clase trabajadora en pleno. Este conflicto debe tener un frente único con un programa mínimo que impida el desgaste, con la claridad meridiana que consenso no es unanimidad.
3. ¿Cuál debería ser ese programa mínimo que permita a los actores de la educación (sean gremiales, de base o de partidos) avanzar ante el patrono? 
Es impresionante, pero cualquier educador te lo dice en forma clara, por ello, la importancia de la concientización de los profesionales de la educación. En primer lugar, la eliminación del instructivo Onapre, que inauguró en 2018 las denominadas tablas de hambre con su circular-memorándum 2792, pulverizando así la libertad sindical y la negociación colectiva. En segundo lugar, la restitución de las primas (apenas 16 de las 66). El pago completo del bono vacacional para los trabajadores activos y el pago completo del bono recreacional para los jubilados, así como el pago de las evaluaciones para el personal obrero y administrativo con las semanas de ajuste salarial en cada caso. El pago completo de los incrementos de los sueldos de los educadores, desde octubre de 2018 a Enero de 2020, establecidos en la II Convención Colectiva Única y Unitaria cuyos montos suman el 280% sin contar sus incidencias salariales.
A este programa mínimo, se le agregan las acciones que la base viene demandando de los sindicatos frente al patrono para obligarlo, no solo a sentarse, sino a cumplir lo pautado en las convenciones, a saber: el no reinicio a clase, que afectaría la paz educativa y el nuevo año escolar 2022-2023, las renuncias de la ministra del poder impopular para la educación, Yelitze Santaella  y del ministro, también impopular, para el trabajo, Francisco Torrealba y la declaración de un paro nacional, desmeritando por completo la coacción de la chamba juvenil o ahora de las Bricomiles. ¿Qué nos dice esto? Las calles se están calentando de nuevo, no para atajos ni salidas inconstitucionales, más bien para la construcción de una inmensa mayoría que no está dispuesta a excusar gobiernos fallidos, sino cree impostergable la necesidad de un cambio político en el país capaz de promover una democracia sin pobreza.
4. ¿Es posible rescatar el sistema educativo de la deplorable situación en la que se encuentra? ¿Qué acciones pueden generarse para brindar verdaderamente una educación de calidad?
Ese es otro debate que se realiza en paralelo, pero tiene menos proyección -no menos audiencia. En el caso de nuestra organización UNT, estamos en el marco de un Congreso Ideológico y Programático, donde los sectores han debatido con profundidad temas vitales para la reconstrucción del país, y no podría ser la excepción el sistema educativo venezolano. Hay propuestas que gozan de un amplio consenso como la reforma del currículo en consonancia con las necesidades del país y con la sociedad del conocimiento. Una educación que incorporé las nuevas técnicas de la información y la comunicación, sin que por ello se piense en una educación sin la presencialidad de los educandos y los docentes, entre otras, sin duda. Lo más urgente para nosotros desde UNT, en materia educativa, es evitar que se siga ensanchando la brecha entre la educación privada y la educación pública, postrada esta al dogmatismo y al statu quo. Como socialdemócratas, creemos pertinentes el distanciamiento de una educación secuestrada desde una gestión pública marcada por un estatismo feroz, así como aquella gestión educativa abandonada exclusivamente a la iniciativa privada. No es la renuncia al concepto del Estado Docente, pero sí su renovación al concepto de una Sociedad Docente, donde la función educativa sea más democrática. Estas políticas no deberían esperar la solución del conflicto político para ser implementadas, por eso nos mantenemos en pie de lucha.
5. ¿Cuál es la próxima acción de calle que realizará el magisterio y cuáles serían los objetivos?
La próxima acción de calle prevista está planteada para el próximo 11 de agosto cuando  esté previsto que los sindicatos y el patrono se reúnan para decidir finalmente el cumplimiento de toda la agenda. La intención es presionar para que no exista un acuerdo que no satisfaga las aspiraciones de todos los trabajadores de la educación. Aspiramos de buena voluntad que la sensatez prive por el bienestar de centenares de miles de familia en todo el país. En lo que va de vacaciones, no ha habido respuesta alguna. Pareciera que el gobierno juega al desgaste, sin advertir que están dadas las condiciones para una gran movimiento de masas.
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