Solo 4% de los venezolanos recibió agua limpia en 2022
El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) registró 1 262 protestas en enero de 2023; un incremento de 136 % en comparación con el mismo mes del período anterior: 107 protestas fueron para exigir mejoras en agua potable, electricidad y gas doméstico

Caracas / Foto Portada: Cortesía.- El Monitoreo Comunitario de Servicios Públicos dio a conocer su informe anual de 2022, y los reportes no son nada favorables: la crisis de los servicios públicos se mantiene. Solo 4% de los consultados tuvo suministro de agua limpia el año pasado.
En rueda de prensa este viernes, Javier Martucci, representante de la Organización No Gubernamental Observatorio Social Humanitario, reveló los hallazgos de su más reciente estudio que abordó el servicio de Internet, electricidad, combustible y agua.
El 5 de agosto de 2022, el presidente Nicolás Maduro prometió al país que llevaría 95% de agua potable a los hogares venezolanos antes de finalizar el 2022. ¿Su estrategia? Solucionar 100% de las averías existentes en todo el sistema de distribución.
«Hemos tenido que parir para obtener los repuestos para arreglar los sistemas. 31 de diciembre una meta, el 100% de la solución de averías en tuberías de agua (…) Aunque dejemos el pellejo. Hemos atendido 60% de los casos», dijo durante una transmisión en Venezolana de Televisión, en la que presentó los Avances del 1×10 del Buen Gobierno.
El ministro de Atención de las Aguas, general Rodolfo Marco Torres aseguró «que llueva, truene o relampagueé esa meta la vamos a cumplir, estamos trabajando para ello».
Pero parece un deja vu. El 2 de diciembre de 2021, Maduro prometió que su Administración resolvería «al 100 %» los «problemas» de agua. «Vamos a hacer la revolución del agua (…) En el primer semestre de 2022 vamos a meternos (…) a resolver el tema del agua para que funcione al 100 %, sin excusas, sin bloqueo mental, sin burocracia, sin indolencia», expresó en el acto de juramentación del gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez.
Pero la situación sigue igual. De forma constante, Hidrocapital informa al país que debido a averías repentinas, el servicio del agua potable debe ser suspendido hasta por períodos de 48 o 72 horas.
Martucci, precisó que en 2022, solo 3 de cada 10 hogares manifestaron tener agua de forma continua. Mientras que el 51,29 % tuvo racionamiento.
Un peor escenario se muestra en la cantidad de personas que obtuvieron servicio escaso o irregular que suman 20%, al tiempo que 5% de los sectores monitoreados reportaron no tener acceso al servicio.
Respecto a la calidad del agua 52% de los encuestados manifestaron que no reciben agua limpia. Y 42% aseguró que el agua que recibe por tuberías es de baja calidad y solo el 4% respondió que tiene suministro de agua limpia.
¿Por qué tantos problemas con el agua en Venezuela?
Según datos de otra ONG Monitor Ciudad, de las 168 horas que tiene la semana, las tuberías de Caracas pasan más del 65% del tiempo vacías.
El agua que surte a Caracas se recoge en nueve embalses y se distribuye a través de una red de estaciones de bombeo y tuberías que conforman los sistemas Tuy I, Tuy II y Tuy III, operados por la estatal Hidrocapital. El embalse más grande es Camatagua y alimenta al Sistema Tuy III. Queda en el estado Aragua, a 150 kilómetros de Caracas, y puede almacenar 1.543 millones de metros cúbicos, según Hidrocapital.
Hugo Chávez aseveró que inauguraría el Sistema Tuy IV en 2010. Han pasado doce años y no se ha podido.
Chávez encomendó la construcción del Sistema Tuy IV a la empresa brasileña Camargo Correa, que luego fue investigada en la operación Lava Jato, el caso de pago de sobornos a políticos en Brasil a cambio de licitaciones millonarias. La justicia de Brasil ordenó suspender los proyectos de Camargo Correa y las demás empresas involucradas en el Lava Jato en todos los países donde operaban.
El ingeniero civil José María de Viana estuvo al frente de la presidencia de Hidrocapital, durante siete años (1992-1999). En entrevista concedida a El Cooperante, el septiembre pasado, advirtió que no es un tema sencillo, debido a la cantidad de elementos técnicos que confluyen. Destacó que el sistema de Caracas produce hoy 8 000 litros menos de agua, en comparación a hace veinte años.
Para que el sistema pueda estar al 99%, porque nunca se puede hablar de 100%, se debe cambiar la forma en la que son tratadas las fallas o averías: hay que pasar del mantenimiento correctivo al predictivo. «Aquí lo que se hace es salir corriendo cuando hay una falla a repararla y por eso, todo el mundo sabe que no funciona. Si usted quiere reducir la tasa de fallas o de averías, tiene que pasar de un sistema que repara las fallas cuando ocurren, lo que se conoce como mantenimiento correctivo al mantenimiento preventivo».
«Mantener todo en orden para que no surjan averías y además, ir un paso más adelante: mantenimiento predictivo, disponer de la tecnología para predecir cuando ocurrirá una falla y justamente intervenir antes de que ocurran las averías», explicó. «Actualmente trabajan al 40% de sus capacidades, no tienen holgura y por eso las fallas constantes. Hay motores que tienen más de 7 años fuera de servicio y por eso es que hay fallas permanentes porque el sistema está en mal estado».
Estimó que se necesitan de 4 a 5 años. «Siempre que sea una gestión eficiente y cambiando las prácticas actuales, asumir que se debe reparar todo antes de que se dañe».
Sobre la inversión, prevé que para rehabilitar el sistema y tenerlo a plena capacidad, o sea, 20 mil litros por segundo para la Gran Caracas, se necesita una inversión de 1 600 millones de dólares.
«Pero eso sí, con transparencia administrativa, en términos competitivos, a través de licitaciones abiertas y asesoría técnica. No es gastar dinero en cosas malas o que no sirven, que también significa un cambio de lo que se ha hecho durante los últimos 20 años, demasiadas inversiones mal hechas, inversiones por asignación directa, las cosas cuestan de 2 a 5 veces más».