Aunque la fachada recibió «un cariñito» con pintura, la realidad dentro de la casa Boggio donde funciona el Concejo Municipal de Vargas es otra, según denunció la concejal Clemar Milano, dirigente de Un Nuevo Tiempo Vargas.
Detalló que al entrar hay un olor desagradable de madera vieja, las paredes se encuentran en pésimo estado, al igual que el piso de madera, el cual se ve que tiene tiempo sin limpiar.
«Pude entrar a una oficina y está en muy malas condiciones, la ventana está dañada y le colocaron un escritorio para aguantarla, no tiene sillas y la suciedad era horrible, los baños sin puertas y en un estado deplorable» explicó.
La dirigente de la tolda azul contó que la primera vez que ingresaron a la sede de reunieron en una sala donde lo que hay son dos mesas juntas y varias sillas, «pero tampoco están buenas, algunas no tienen el respaldar, los aires acondicionados no funcionan y el piso de madera no se ve que color es de lo sucio que está».
Deploró que se malgaste tanto presupuesto en «maquillar» paredes y pintar murales y no se reparen las instalaciones del legislativo municipal, lo que afecta además a los trabajadores que allí hacen vida.
