“Un chofer al que se le van los frenos con varias toneladas de harina o pasta en su gandola no le ocurre de repente. La falla viene desde que empieza a bajar la autopista, pero no tienen visible un lugar de desahogo, no hay señalización ni mantenimiento para la rampa de frenado, y entonces llegan hasta los semáforos de 10 de Marzo llevándose por delante a más de un inocente”, expresó Emidio Palumbo, presidente de la Cámara de Transporte Pesado.
Afirmó que tienen más de 15 años advirtiendo que la rampa de frenado frente al 171 no es funcional. “Tiene falla de estructura. Un chofer en apuros no la visualiza con tiempo y si no conoce la vía sigue de largo buscando maniobrar para detener su vehículo”.
