Opinión

Negociar o no negociar he aquí la pregunta

Así como en la obra de Shakespeare, Hamlet,  el personaje hace una disertación diciendo “…Ser o no Ser, he aquí la pregunta…”, la oposición venezolana y los venezolanos se hacen la pregunta “negociar o no negociar”.

El venezolano de  a pie solo apoya o no ciertas políticas o estrategias, bien sean del gobierno o la oposición, pero no es quien decide que se ejecuten o no.

Desde hace años venimos escuchando sobre “dialogo”, “mesa de acuerdo”, “mediación”, “negociación” y nuestro apoyo depende si los líderes dan su visto bueno o no pero no conocemos conceptualmente de que se tratan estos procesos, y muchos políticos tampoco.

La negociación es una interacción social que se da entre dos o más actores pero ¿Por qué la gente negocia? Al yo no poder alcanzar un objetivo, satisfacer un interés por mi cuenta, debo buscar llegar a un acuerdo con alguien para hacerlo, si damos el concepto anterior como cierto la otra pregunta es ¿Entre quienes debe darse la negociación?

En el caso de la oposición debería darse entre ellos mismos primero, entre todos los que quieren un cambio, piensen o no igual, y alinear entre ellos que van a negociar, que opciones van colocar sobre la mesa y que alternativas deben desarrollar en caso de no llegar a ningún acuerdo y después de ello sentarse con el gobierno de Maduro.

Pero negociar es malo o como negociar con el enemigo dicen muchos y todo eso es ser un traidor, alacrán o cooperador, hago otra pregunta ¿Mandela traicionó sus ideales al negociar con Pieter Botha o con Frederik de Klerk?

El negociar, per se, no es malo, malo es llegar a un acuerdo de espalda a los intereses, lo malo es negociar sin tomar en cuenta los intereses de todas las partes y solo tuyos, el negociar atentando contra los intereses de los míos” en contra “del mandato” eso si es malo también pero al negociar con otro y buscar satisfacer sus intereses, no digo satisfacerlos todos, pero si algunos de ellos es lo que hay que hacer ya que si en la negociación no se busca satisfacer ni un solo interés de la contraparte, pregunto de nuevo ¿El otro va a querer llegar a un acuerdo? Claro que no y por eso es importante ser empático y preguntarse que propuesta, que opción, debo llevar a la mesa.

Si el dilema, la gran pregunta, es negociar o no negociar ha sido superada, al menos por ahora, la invitación es hacerlo con metodología no con tácticas y para ello no basta con ser bueno en el contenido de lo negociado sino experto del proceso, si para ser un buen negociador sobra y basta conocer bien el contenido de un tema entonces los abogados no deberían ir a juicios o los médicos no deberían ir a un consejo médico para determinar que hacer o no, viviríamos en un mundo de acuerdos automáticos y no es así porque más allá del contenido duro de la negociación hay intereses y estos intereses pueden ser contrapuestos o no, tangibles o no, y es allí donde hay que negociar.

En Venezuela debemos negociar desde hace mucho tiempo, debemos negociar en nuestra comunidad, entre la oposición, con los alcaldes, con el gobierno y que estas negociaciones se traduzcan en Acuerdos factibles, viables y suficientes para todos.

No digo que debemos apoyar automáticamente toda negociación y acuerdo, por lo contrario apoyemos toda negociación y  acuerdo, repito que satisfaga nuestros intereses que sea factible, viable y suficiente pero no tirar estos esfuerzos a la hoguera de la inquisición sin ni siquiera ver los resultados.

Todavía hay camino que recorrer y seguramente muchos seguirán como Shakespeare y Hamlet con el dilema, con la pregunta y ya veremos al final de la obra cual fue la respuesta.

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba