Los precios de los servicios privados de salud generan una «enfermedad» adicional a los pacientes que tienen la necesidad de acudir a sus servicios.
Los costos son muy elevados, y si tienes un seguro, estos se elevan hasta convertirse en algo inimaginable. El lucro excesivo y desproporcionado está presente en las clínicas.
Ninguna autoridad vigila este comportamiento sistemático y consuetudinario de los centros de salud privados, aunque, son miles los usuarios que manifiestan su disconformidad.
¿Cual es el referente que tienen los dueños de clínicas para colocar los precios de sus servicios? Eso no lo sabe nadie. En lo que sí estamos claro, es en que son descomunales, y si el paciente tiene un seguro de salud, los montos se elevan hasta el infinito y lo pulverizan.
Cuando el seguro se acaba, ya no hay nada más que hacer, la suerte está echada, te tiran a la calle a la buena de Dios y no te queda de otra que ir a un centro de salud público,, que ya sabemos en las condiciones ineficientes e inoperantes en los cuales se encuentran.
¿Será que hay autoridades que están jugando en este mega negocio?
