Opinión
Los peores enemigos en una campaña
El triunfalismo es dañino y va siempre unido con el engreimiento que pueden derrotar al favorito.
Igual aquellos que bajo el paraguas del candidato carismático lo creen un portaviones que no necesitan de más nada ni nadie. Eso conlleva a subestimar al adversario.
Muchas veces en las mejores campaña electorales al subestimar algo insignificante sucede como un hilo suelto que puede DESHILACHAR el mejor traje.