
Si bien es cierto que la costumbre no es fuente directa del derecho no es menos cierto que muchas leyes han sido creadas o modificadas en función de las costumbres de un determinado grupo social en un lugar específico, lo peligroso es que todo el tiempo no son buenas costumbres, también las hay malas y estás pueden generar impacto en algunas leyes, de allí el viejo dicho «la costumbre se hace ley».
En Venezuela peligrosamente ya estamos acostumbrándonos a los apagones que dañan nuestros electrodomésticos y afectan nuestra calidad de vida; a realizar uno y dos días para echar gasolina de baja calidad que daña nuestros vehículos; a sufrir para comprar una bombona de gas y pagarla en dólares y así muchas cosas que ya parecen normales, algo como decir que el hecho extraordinario en nuestro país se convierte en cotidiano.