Como en el lejano oeste el que tiene el poder hace lo que le da la gana en las estaciones de suministro de combustible y en el caso particular de la «Bomba Lido» en la parroquia Caraballeda los funcionarios que tienen el resguardo de las instalaciones actúan como si son los dueños de la gasolina.
No importa si son mujeres, ancianos o discapacitados los que hagan las interminables colas ante un sol inclemente, ellos actúan como los «amos y señores» sin importar que los dueños digan que si hay combustible para surtir ya que lo que vale es lo que diga el funcionario militar que esté a cargo del resguardo de la estación.
Pasan a quienes ellos les da la gana, sin hacer cola y el ciudadano que estoicamente espera por algunos litros de combustible se la tiene que calar ya que no hay a quien reclamar estos atropellos, incluso son amenazados por los funcionarios si comete el «gravisimo delito» de reclamar y que no se les ocurra el «pecado mortal de hacer fotos o grabar» ya que son tachados de «agentes de la CIA» o «apátridas conspiradores» ya que informar es un delito de pena capital.
