El odio es un sentimiento que te hace esclavo de él y te devora progresivamente. Quién vive con odio no puede pensar ni mucho menos razonar, está absolutamente ciego.
El mundo está lleno de odio, la sociedad, nuestra sociedad, cada vez es menos racional y se mueve de manera frenética y reaccionaria; quien piensa y actúa distinto se convierte en un enemigo.
La envidia, la mezquindad y el egoísmo están tomado de la mano de los sentimientos más bajos y oscuros. La frustración de los sistemáticos fracasos en la vida pueden llevar a un ser humano a convertirse en un ser ruin y lleno de maldad.
Los vicios y adicciones terminan siendo elementos que se suman para la creación y potenciación de seres abominables y nefastos.
Los venezolanos necesitan reconciliarse, dejar a un lado las diferencias y enfocarnos en la recuperación plena de nuestra identidad. El respeto, la solidaridad y la fraternidad es el camino que debemos transitar juntos