El Paseo de Macuto apuestas, drogas y prostitución
Los politiqueros de oficio olvidan que comenzó su decadencia cuando eliminaron la calle que lo atravesaba. Cuando se redujo en más del 50 % del área del Hotel Miramar, perdió atractivo y su unidad arquitectónica.
Desapareció su piscina de agua salada ,cancha de tenis y amplios jardines.
Hoy en día refleja un panorama de descontento, desolación y miseria, así lo comentan quienes caminan diariamente por los 3 kilómetros que bordea el popular Paseo de Macuto, un balneario que tan sólo quedó en promesas y proyectos, y que hasta el sol de hoy sigue decayendo ante la mirada de habitantes, comerciantes y temporadistas.
El declive del paseo inició en la década de los 90. El espacio familiar fue transformándose en un lugar para la apuesta, la economía informal y la prostitución, flagelos que se han incrementado en los últimos años.
Durante el caminar, las viviendas están a punto de desplomarse, los comercios reflejan la viva ranchificación, áreas llenas de basura y escombros, aguas servidas bordeando cunetas y tanquillas, un parque que ya no es biosaludable, falta de ornamentación, embellecimiento y conciencia.