Aquí se pagan silencios y se contratan mercenarios para hacer acusaciones.
El régimen tiene muchos métodos para infiltrar a la oposición, algunos son sofisticados y los “tontos útiles” no saben que son peones del régimen. Juegan con el afán de notoriedad de algunos que se niegan abrir pasos a las nuevas generaciones.
Otros su narcisismo los obliga a ser candidatos, no a ganar, solo a participar. Los pocos votos obtenidos en el pasado reciente no le hacen mella. Algunos son descarados, cínicos baratos y hacen su papel aun a sabiendas que están detectados. Unos cuantos son extorsionadores de oficio.
Utilizando el famoso truco del ladrón que siendo perseguido gritaba ¡al ladrón al ladrón!