Agricultores familiares venezolanos denuncian caída de 50% del consumo
El presidente de la Asociación Venezolana de Agricultura Familiar, Juan Carlos Montesinos, criticó las importaciones desleales
La Asociación Venezolana de Agricultura Familiar destacó este martes que siguen trabajando para producir alimentos, pero «este año no ha arrancado» porque «todo ha sido problemas».
Este año se deberían invertir 700 millones de dólares a escala nacional, estimó. «Quitando el trigo estamos en capacidad de producir todo lo que el país necesita».
El principal problema es la carencia de combustible, además de que sigue cerrado el financiamiento tanto público como privado, acotó el presidente de la asociación, Juan Carlos Montesinos. Por otra parte ha caído el consumo, porque se reduce el poder adquisitivo de la población, indicó Montesinos en entrevista con Unión Radio.
Estados como Anzoátegui, Bolívar y Monagas «pasan hasta dos y tres semanas sin poder tener combustible a precio internacional», apuntó. También se sufre la escasez en el occidente.
Los agricultores familiares están invirtiendo de su bolsillo para poder sembrar. Una hectárea de tomate necesita entre 3 mil y 3.500 dólares. El país necesita unas 150 mil hectáreas de tomate «y no llegamos porque hay miedo de que se nos quede la cosecha por falta de combustible» o porque no es rentable. Para una hectárea de cebolla se precisa de 5 mil a 5 mil dólares por hectárea, agregó.
Montesinos denunció las importaciones desleales de países que tienen mejores condiciones, y citó el caso de la cebolla, la papa, varios tipos de frutas como el durazno, pimentón. «Proponemos una planificación agroalimentaria conjuntamente con el gobierno» para proteger lo que se produce en el país.
Reportó la caída del consumo de alimentos en alrededor de 50%, debido a la pérdida de poder adquisitivo de la población. En algunos casos, como el tomate, «era más rentable dejarlo en la tierra». También, con el pepino, el calabacín y el pimentón.